La IA puede transformar una empresa automatizando tareas repetitivas, mejorando el análisis de datos, mejorando la experiencia del cliente a través de la personalización, permitiendo el análisis predictivo, facilitando la toma de decisiones estratégicas, optimizando las cadenas de suministro, impulsando la ciberseguridad y creando nuevas oportunidades de desarrollo de productos, lo que en última instancia conduce a una mayor eficiencia, una mejor satisfacción del cliente y una mayor rentabilidad en diversas operaciones empresariales.